Es oficial, ya ha empezado.
Las modas existen, y es imposible obviarlas, y eso lo podemos ver en todos los rincones de nuestras vidas, desde los nuevos auriculares, hasta la nueva chaqueta, el nuevo programa de televisión, la pulsera esa tan chula (si, esa que dijiste que no comprarías por que la lleva todo el mundo)…
El gran problema de las modas es que son como un virus. Antes de que te des cuenta, ya lo tienes y siempre piensas que tu no lo vas a pillar… Pero para esta no hay más cura que el tiempo.
De esta manera os digo, que la corriente electrónica ha invadido el género musical por excelencia: el POP.
Todos los cantantes internacionales (e incluso nacionales) de Pop y R&B se han subido al carro de la música electrónica, más conocida como Chunda Chunda (¡viva la ignorancia!).
¿Por qué? Por que han visto que con poco esfuerzo y mucho retoque, pueden comer durante varios meses. Una apuesta fácil. Lo que antes era un ritmo solo reservado para móviles de chonis y temazos de discotecas, se ha convertido en el lenguaje de la noche joven y la apuesta de las radio fórmulas (ejem, los 40). Muchos incluso, han sacrificado su identidad con tal de no bajar en sus ventas o por mandato de sus discográficas (¿Shakira?)
Si antes la letra en el mundo Pop era lo de menos (amor, sexo, amor, sexo, amor, sexo y dinero), ahora si que vale menos que un plan de pensiones para Amy Winehouse.
Los DJ’s se frotan las manos, y los “vecinos de al lado sufren”, pues estos nuevos lotes de canciones vienen fuerte y para quedarse, y además se generan a una velocidad GENORMICA, y ya no podemos hacer nada.
Todo esto empezó hace unos años, que se puso muy de moda el sonido disco y remezclar antiguas canciones con nuevos sonidos: “ Es el nuevo milenio, es un nuevo estilo”, decían algunos por allí.
A la reina del pop se le ocurrió (a ella, y a cincuenta productores ayudados por un mono) editar un disco con un sonido muy disco. El hit “Hung up” arrasó en medio mundo (no me extraña, todos hemos tarareado bailado esa canción), y eso quiere decir éxito seguro para el resto de clones cantantes. El pop, comienza a morir cambiar (¿demasiadas contradicciones?).
El éxito fácil y las ganas del dinero y fama rápido seducen a cualquiera, y tal y como esta la industria mejor no desaprovechar esta oportunidad.
En el mundo de la música negra, siempre ha habido pioneros en eso de asimilar nuevos sonidos y adaptarlos a su música ( Missy Elliot, por ejemplo), pero otros han dado un paso más. Hablo del inagotable productor musical y rapero Timbaland, cuyas canciones han rayado la línea de la pesadez. Me explico.
Timbaland es uno de los raperos más creativos y solicitados de los últimos cinco años, ¿por qué? Sus samplers. Junto con Missy Elliot (amiga y compañera –parezco del tomate-), es uno de los responsables de la renovación del R&B, trayendo sonidos más orientales y pegadizos, dándole a sus canciones toques más especiales y bailables. Sus canciones, ritmos y letras (más de lo mismo, pero de otra forma ) marcaron tendencia entre el resto de la industria, que en seguida adaptaron este nuevo estilo al suyo. De ahí que la mayoría de las canciones de esta década tuvieran ese toque de música negra (incluso Madonna preciso la ayuda de Timbaland para su último disco; u otros como One Republic, Rihanna, Björk, Aaliyah o Justin Timberlake han trabajado con él). Su música y su sello se han vuelto inconfundibles a la par de pesados, cansinos y repetitivos.
El estilo “Timbaland” es el que ha impregnado las notas del R&B, pero su exageración mezclada con el “Chunda-Chunda” es lo que tenemos ahora (es decir, Jasons Derulos).
La consolidación de esta tendencia en el mundo del pop vino de la mano de nuestra amiga siempre discreta Lady Gaga, que viene siendo el prototipo de artista que todos quieren ser. Su música y forma de presentarse han llamado la atención de todos, y se han puesto en marcha. Todos quieren un “Hit”, y van a lo seguro: a la moda.
Es música pegadiza, que sirve para dejarse llevar (de grandes letras están los Sabinas, y los Bob Dylan, no toda la música es igual), pero cuidado, esto daña más que beneficia…
Señores, dejemos de enriquecer a David Guetta. Pensad en toda la variedad que perdemos….
¡Dejemos de vestir de gris, moviendo los pies y bebiendo un cubata!
No olvidéis que sois libres de escuchar lo que sea, que para eso es música.
Vender nuestra alma al diablo solo nos lleva a error, sino, preguntarle a Shakira, Kelly RowlandKelis, Belinda, Katy Perry...
PD: Pensaba escribir esto mucho más tarde, pero no me pude resistir al ver el último videoclip de la cantante mexicana Belinda (para una vez que veo uno suyo, y mirad, ni un minuto duré).
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